23 octubre 2012

Emociones y energía

Sigo trabajando con mis alumnos temas de convivencia en el grupo, utilizo la hora de tutoría o la de atención educativa. El oro día les hablaba de emociones, recordábamos lo trabajado el curso pasado y avanzamos un poco más, ahora les comento que cada emoción tiene una energía diferente y que cuando no estás en la misma no contactas con el otro, "pero no os lo creáis, vamos a jugar y luego hablamos".
Esta frase la conocen bien, llevo dos cursos con ellos y la he dicho muchas veces.
Pido voluntarios, tengo mucha suerte, se ofrecen Alberto que es un muchacho movido, inquieto, inteligente, irritante y encantador, y Unai grande, simpático, con una expresión de buena persona que solo con mirarle a la cara sabes qué está pensando. 
Entonces les pongo en situación:
"Mira Alberto estás muy preocupado porque has suspendido el examen de lengua y no hay recuperación hasta dentro de un mes, cuando ya os hayan entregado la nota de la evaluación, en casa te han dicho que si no llevas todo aprobado te quitarán durante dos semanas el nuevo móvil, ese que te gusta tanto, tienes miedo de llegar a casa y que vean las notas y te sientes triste por sus consecuencias".
"Unai,tú acabas de llegar del recreo y le comentas a tu amigo que has metido dos goles, que ha sido una pasada de partido, que todo te salía bien, estás super-contento, eufórico, y lo manifiestas".
Les conozco, sé que me han entendido y se meterán en los personajes. Normalmente lo dejo ahí, si veo que al empezar la representación algo no va bien intervengo, pero en general los dejo tras volver a preguntarles si lo han entendido. He elegido este ejemplo porque suele funcionar bien, muy bien entre los chicos, en el caso de la fotografía estuvo genial, Alberto miraba a la mesa, a veces un poco al compañero, Unai se lo comía, le hablaba, de contaba, le tocaba el hombro para que respondiera y, de pronto, en un momento se paro y le preguntó "¿te pasa algo?". Fantástico, eso era lo que yo quería, les felicité y empezamos a trabajar.
M.E.:¿Por qué le has preguntado si le pasa algo?,
Unai:”es que yo estaba tan contento – me contesta - y él no hacía nada, casi no me miraba y yo no lo entendía”. 
M.E.: "Exacto, te dabas cuenta de que tu mensaje no le llegaba, ¿es eso?" 
Unai: “Si, estaba como en otro sitio”. 
M.E.: "¿Y tú?" - le pregunto a Alberto.
Alberto: “A veces ni oía a Unai, le parecía que gritaba y se agitaba mucho al hablar, tenía ganas de que se fuera”. 
Increíble, pero es cierto, ellos lo han representado y explicado perfectamente. Paso a centrar y reforzar estas ideas. Si una persona tiene miedo y tristeza, como era el caso de nuestro ejemplo en el que uno de los chicos lo temía perder su nuevo móvil y manifestaba su preocupación; sentía una de las emociones cerradas, estaba dentro de sí mismo, con su miedo, su tristeza y sus pensamientos, y llega otra persona muy alegre y empieza a hablarle desde la alegría, el mensaje no le va a llegar bien, tenemos diferentes niveles de energía y la comunicación no es adecuada, es mucho mejor no intentarlo porque no funciona, si se está muy alegre y queremos animar a esa persona triste lo mejor es hablarle desde la alegría pero en un tono de energía más bajo.
M.E.: ¿Entendéis ahora eso de los niveles de energía?

1 comentario:

  1. ¡Hola Cuca! Soy Loli. Como siempre, aprendemos todos de tus clases de convivencia y lo que escribes es interesante y relevante. Un beso gordo. Loli

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