29 enero 2013

Tengo el pelo largo

De nuevo entro a trabajar con primero de ESO, volvemos a hablar de la verdad y la percepción, pero esta vez cambiamos, no hablamos en abstracto sino de nosotros mismos.
Les entrego un folio (siempre de sucio) y les pido que pongan su nombre y una descripción de ellos mismos, hay dos límites, cinco líneas y cinco minutos,
M.E.: "sé que la rima es muy fácil, pero es lo que hay" - Les sonrío mientras me miran con cara de sorpresa. 
Un chico me pregunta: "pero ¿qué hay que decir?" 
M.E.: "cómo eres"

Sé que les abruma esta generalidad, pero es parte del trabajo, deben elegir qué van a utilizar para describirse.

Alumna: "pero ¿cómo eres de qué?"
M.E.: "quiero leerlo y saber que eres tu"
Alumna: "he puesto el nombre"
No puedo evitar reírme, es tan obvia su respuesta que me cuesta controlar la risa y eso les relaja, me miran, se ríen, olvidan que hay que escribir cinco líneas. 
M.E.: "imagina que se lo leo a otra persona y no ha visto tu nombre, quiero que adivine quién eres"
Alumno: "soy el más guapo de la clase, con eso basta"
Lo dice con tanto encanto y simpatía que nadie se puede molestar con la intervención.
M.E.: "solo quedan tres minutos y medio y cinco líneas, porque aun no habéis escrito nada, ¿qué tal si empezáis?"
No están convencidos pero empiezan a rellenar ese folio, ¡por fin!. La primera vez que realicé esta actividad me sorprendí, no imaginaba que tardaran tanto en escribir cinco líneas sobre algo que conocen desde que nacieron, ellos mismos; ahora no me preocupo, sé que hay que pincharles un poquito y ya está.

Pasa el tiempo, recojo las hojas y me voy a la pizarra, trazo una línea vertical que la divide y les comento que para definirnos bien sería bueno comentar cosas de nuestro aspecto físico (mientras escribo la palabra FÍSICO en el lado izquierdo) y de nuestro carácter (escribo CARÁCTER en la parte derecha). Rápidamente se excusan por haber hecho otra cosa, les relajo, no importa, yo quería que fuera así.
Seguimos:
M.E.: "¿qué ponemos sobre el aspecto físico?"
Lucía: "tengo el pelo largo"
M.E.: "el pelo, el color, la largura, si es liso o rizado, muy bien, ¿qué más?"
Ángel: "los ojos"
M.E.: "¿cuántos?"
Ángel: "noooo"
Me gusta enredar un poco cuando el ambiente lo permite y el grupo no se alborota demasiado. Ya comprenden cómo va eso de definir y centran sus respuestas. 
Julio: "si eres alto"
M.E.: "vale, pero eso es un poco relativo, hay que matizarlo, por ejemplo si mido un metro sesenta y tengo 10 años soy muy alta, si tengo 15 soy normal; puedo decir que soy alto o alta para mi edad"
No suelen incluir lo que suelo llamar "prótesis", eso que a veces si y a veces no, se lleva, que puede cambiar, como las gafas, las ortodoncias, una muleta,...
Cuando terminan les miro y pregunto "¿algo más?", todos niegan o repiten cosas ya escritas. 
M.E.: "el sexo; el nombre no basta, veréis, en Italia Andrea es nombre de chico y en España de chica, si no lo sabes y a un italiano le dices que te llamas Andrea creerá que eres un chico"
Pedro: "pues le mandas una foto"
M.E.: imagina que has tenido un problema con todos los medios informáticos, incluido el móvil, y no le ha llegado la foto"
Lo entienden y seguimos con el carácter.
M.E.: "debéis decir soy así o asá, porque si decís me gusta el deporte no sabemos si vas todos los días al gimnasio o si te comes una bolsa de patatas fritas mientras ves partidos en la tele"
Pido rasgos de carácter, ahora es más fácil que participen porque ya hemos hecho lo difícil con el aspecto físico, romper el hielo.
Ariadna: "habladora"
M.E.: "perfecto, y aprovechamos esta definición para decir la contraria que sería..."
Luis: "aburrida"
Alberto: "silenciosa"
Ariadna: "callada, tímida"
Y poco a poco rellenamos una parte de la pizarra aprovechando opuestos y delimitando otras palabras que no lo son.
Cuando terminamos de decir rasgos de carácter les devuelvo la hoja mientras les explico que ahora tienen que escribir cinco líneas sobre su aspecto físico y otras cinco sobre su forma de ser. 
M.E.: "como hemos hablado bastante de todo os daré un poco más de tiempo, pero no el doble, ¿vale?, esta vez tenéis 7 minutos, a empezar"
El resto os lo cuento la semana próxima, no me gusta que las entradas sean demasiado largas.

22 enero 2013

Defendiendo a nuestros hijos

Tuvimos el otro día un problema entre alumnos, el de siempre: "que dicen que yo he dicho pero no fui yo", investigamos, preguntamos, reunimos implicados y al final se aclaró todo, habían discutido dos niñas (Sara y Eva) y una de ellas, Sara, divulgó una noticia falsa sobre la otra ("que decía que Fulanito era tonto").
Una vez trabajado el tema con los y las implicados decidí reunirme al día siguiente con la niña que había inventado la historia para hacerle comprender que ese tipo de comportamientos solo te llevan a tener más problemas.
El día siguiente tenía ocupadas las tres primeras horas con clase así que no podía buscarla hasta cuarta hora y citarla para el segundo recreo. Pero al empezar el primero llegó a la puerta de la sala de profesores Eva como una exalación diciéndome que ayer por la tarde había pasado algo, sin dejarme tiempo ni de respirar me preguntó qué le había dicho a Sara porque se había cruzado con su madre y ésta le había preguntado por lo sucedido en el instituto, que le había echado en cara que hiciera comentarios de su hija, que las profesoras le echaban broncas por su culpa y varias cosas más. Intenté tranquilizarla y le dije que hablaría también con la madre; la verdad es que no estoy muy segura de haber conseguido calmarla.
La casualidad quiso que me encontrara con la tutora de Sara, le comenté lo sucedido y me dijo que ella había hablado con la alumna y le había regañado, que eso sería lo que le dijo a su madre.
Necesitaba aclarar las ideas y me fui a tomar un  cortado. Decidí hablar primero con la madre, comentarle que acercarse a una compañera de su hija para pedirle cuentas puede ser contraproducente, al fin y al cabo ella es una adulta y la niña se podría sentir intimidada por ella. La llamé por teléfono:
M.E.: "Buenos días, ¿es usted la madre de Sara?"
Madre: "Si"
M.E.: "Soy M.E., le llamo del instituto porque quería hablar con usted sobre algo que pasó ayer con una compañera de Sara"
Madre: "Pues me alegro de que me llames, porque estoy muy harta del instituto y de todo lo que pasa allí. Que a mi hija le están haciendo la vida imposible. Que durante el primer trimestre le han dicho de todo por internet, y eso duele mucho, - hablaba rápido y en este momento remarcó las palabras para que me quedara bien claro su dolor - que no tienen motivo para hacer lo que han hecho"
M.E.: "Es normal que esté dolida si han dicho cosas desagradables de su hija"
Madre: "Si, y en el instituto no han hecho nada".
M.E.: "Pero lo de internet ¿sería por las tardes?"
Madre: "Si, claro"
M.E.: "Comprenderá que ahí no podemos entrar, podemos intervenir cuando sucede algo en el instituto, pero no vamos a ir a las casas para ver qué escriben los chicos en el ordenador"
Madre: "Pero algo tendrán que hacer, que mi hija lo ha pasado muy mal y esto viene de atrás"
Yo no estaba dispuesta a entrar en terrenos que desconocía así que preferí centrar el tema en lo sucedido el día anterior.
M.E.: "Comprendo que se sienta dolida por lo sucedido y que desee proteger a su hija, pero quería hablarle de lo que pasó el otro día"
Madre: "Ya, ya, le han acusado, como siempre, de haber dicho cosas que ella no ha dicho". También ahora era evidente su enfado.
M.E.: "Verá, creo que esta vez si lo ha dicho, ayer hablé con varios alumnos implicados en un malentendido y todos dijeron que ella fue la fuente de información, eran dos chicas y un chico, de diferentes grupos y cursos, y, le repito que todos la señalaron a ella como responsable de divulgar esa información"
Madre: "¿De distintos cursos?"
M.E.: "Si, creo que esta vez Sara se ha equivocado"
Madre: "Pues será esta vez, pero ya le digo que estoy muy descontenta, además ahí no controlan nada, a veces veo salir a los chicos del instituto a media mañana"
M.E.: "Es posible, durante los recreos los alumnos de bachillerato y ciclos formativos pueden salir a tomar un refresco o un café. Hay un profesor en la puerta, pero es posible que algún chico de la ESO se escape, en ese caso le agradecería que hablara con Jefatura de Estudios"
Madre: "Pues sí, iré a hablar porque ya le digo que no estoy nada contenta"

No continué hablando de su hija porque era claro que estaba muy dolida y algo bloqueada por ese dolor, así que decidí despedirme dejando una puerta abierta.

M.E.: "Bueno, es normal que unas personas estén contentas y otras descontentas, si viene a hablar con la tutora yo estoy a su disposición si también desea hablar conmigo"
Madre: "Pues sí, cuando vaya a hablar con la tutora ya la saludaré"

Tras una despedida cordial me senté y reflexioné sobre la conversación. No había hablado con una madre, sino con el dolor de una madre que ha visto durante tiempo a su hija relegada, ofendida y maltratada por su entorno, por compañeras y compañeros de su edad que no habían dudado en marginarla. Independientemente de los motivos que tuvieran para reaccionar así, creo que a los 12 años no puede ser tan grave lo que haya hecho Sara para merecer ese desprecio. ¿Qué habría hecho yo de ser mi hija?. Es cierto que defenderla a capa y espada y apabullar a otras niñas no es lo mejor; Sara se siente tan apoyada en casa que no duda en continuar con las mismas actitudes; pero en este momento no sé cómo podría convencer a una madre tan dolida de que no sobreproteja a su hija, de que esa actitud no contribuye a mejorar sus relaciones.

15 enero 2013

Y vosotros, ¿qué?

En este curso he decidido implicar más a los alumnos en temas de convivencia, así que he grabado un vídeo pidiéndoles ayuda, ideas, nuevas opciones.
El título es "y vosotros, ¿qué?":


Buenos días jóvenes y jóvenas, me está grabando en vídeo Pilar porque quiero enviaros un mensaje, quiero comentaros que en este instituto siempre nos ha preocupado que hubiera un buen ambiente, que nos pudiéramos llevar bien, que aprendiéramos a superar las diferencias y los conflictos de forma no violenta y así poder aprender más y mejor, no lo olvidéis, esto no es la peña del pueblo, esto es un centro educativo.
Para mejorar hemos hecho muchos cambios:
  • Hemos instaurado la mediación, esa forma alternativa de solucionar los problemas pasando por el aula de convivencia y no por jefatura de estudios o por el despacho del director.
  • Vamos a empezar la formación de nuevos mediadores, algunos de vosotros vais a prepararos para que los líos se “deslíen” sin la intervención de un adulto, para que todo se pueda solucionar entre vosotros.
  • ¿y vosotros, qué?, ¿cuántas veces pedís una mediación?, ¿cuántas veces deseáis resolver el problema en vez de esperar que castiguen al otro?
  • Una vez al mes los tutores o yo misma procuramos realizar una actividad para que comprendáis que los conflictos son algo relativo, que depende del punto de vista, que vuestra forma de comunicaros puede cambiar y así evitar malos entendidos. Y muchas cosas más.
  • ¿y vosotros, qué?, ¿cuántas veces utilizáis las herramientas que os ofrecemos?
  • En jefatura de estudios siempre os escuchan, os dan buenos consejos, os ayudan, os apoyan en la medida de lo posible.
  • Desde jefatura se inventó eso de la expulsión interna, un día en el que no os vais a casa expulsados, sino que permanecéis en el centro un poco aislados, para trabajar e intentar que reflexionéis sobre la conveniencia de la actuación que habéis tenido y ha provocado ese castigo.
  • ¿cuántas veces les agradecéis su paciencia, su constancia, su capacidad de escucha, su buena voluntad para que todo funcione mejor?
  • También deseamos mejorar los resultados académicos y algunos de vosotros tenéis un tutor individual, alguien que intenta animaros, ayudaros a ser más organizados, más constantes.
  • ¿os esforzáis más?
  • En este centro nos preocupamos por los alumnos, por los que tienen problemas para que tengan menos y por los que no los tienen para que sigan así.
Vosotros esperáis que os ofrezcamos, pero no hacéis propuestas. Yo sé que no os lo habíais planteado así por eso aquí y ahora os las pido, quiero que planteéis actividades, concursos o lo que sea, cualquier cosa que penséis que se puede hacer en el centro y puede ayudar a mejorar la convivencia. Si sois muy creativos mejor.

Yo me comprometo a recoger todas las propuestas en el aula de convivencia, sabéis que estoy allí los lunes, miércoles y jueves en el segundo recreo. Venid y traedme vuestras ideas. Me comprometo también a darlas a conocer a todos los alumnos de ESO, a permitir que se debatan y a poner en marcha dos de ellas en este curso.

Ahora lo he guardado en el ordenador del departamento de orientación para que los tutores lo puedan poner a sus alumnos en la hora de tutoría. Calculo que eso durará una semana o un poco más y después otros 15 días para recibir propuestas, a ver qué sale.

08 enero 2013

Taller sobre el proceso judicial de menores

En cuarto de ESO realizo un taller que organiza la asociación "+mediación", (de la que formo parte), en el que se habla del proceso judicial de menores, del procedimiento, de las diferentes consecuencias que tiene cometer un delito si eres menor o mayor de edad. Para terminar se realiza una mediación con el mismo caso.
Pretendemos que conozcan las diferencias entre mediación y juicio. Para ello explicamos cómo es el proceso judicial, desde que ocurre el delito, se va a comisaría,..., hasta el juicio. 
Se va explicando todo el proceso, las personas que intervienen en el juicio, dónde se colocan, qué función tiene cada una de ellas. Y mientras hacemos esto se van colocando los alumnos en la mesa como si fuera la sala del juicio, hasta ponemos una toga al juez para que sea todo más solemne.

Una de las componentes de la asociación que es abogada con amplia experiencia en menores, ha elegido un caso que llevó hace unos años y lo ha teatralizado. Ha preparado unos diálogos para que los alumnos lo representen. Se van eligiendo voluntarios para realizar los diferentes personajes (juez, abogado defensor, denunciante, testigo, agente,...), y cuando no hay voluntarios miro con un puntito de complicidad a alguna alumna o alumno y les pido que se animen, en general lo hacen y cubrimos todos los personajes.

Cuando todos están colocados, con su "mini libreto" en las manos, se les dan unas pautas para actuar; mientras yo reparto al resto de los compañeros un resumen del caso que van a ver, para que ellos puedan después opinar sobre lo sucedido.

Les cuesta un poco leer el texto porque es muy técnico, pero esa es una de las características del proceso. Ya les ha comentado mi compañera que es todo muy formal, que nada puede hacerse de forma improvisada, que el lenguaje es muy concreto y no admite variaciones, que solo puedes hablar cuando te dan la palabra, que es todo un poco rígido y cuando te ves en un juzgado por primera vez, impone.

Sale muy bien, aplaudimos, comentamos los castigos que se suelen imponer, damos turno a las preguntas que hacen los alumnos y después pasamos a la mediación.

Cuando realizamos la mediación con el mismo caso, algunos alumnos justifican la violencia física. Consideran que si la provocación fue suficiente, lo normal es que se reaccione violentamente. ???? . Además piensan que está solucionado, que liberar la rabia es lo que hacía falta y cuando pegas a otro te relajas y ya está. Me sorprende que asocien la liberación de su rabia con la solución del conflicto, claramente son dos procesos muy distintos.

M.E.: "Pero si pegas a alguien, ¿esa persona también tendrá ganas de pegarte?" 
Alumno: "Si" - con una naturalidad que me sorprende -.
Le comento que el joven que mató a 22 personas en EEUU hace poco pudo justificar el hecho porque cuando era pequeño se rieron de él y le humillaron.
Alumno: "Hombre eso no", 
M.E.: "¿Dónde está entonces el límite?", 
El alumno se encoje de hombros. 

No, todos no piensan así, ¡afortunadamente!, pero aun quedan jóvenes que justifican un grado determinado de violencia física, y eso, no nos engañemos, el cultural. Aun hay muchos padres que les dicen a sus hijos: "tu no pegues el primero, pero si te dan..." y ese mensaje se asimila como; "pegar no es bueno si no te dan motivos, pero si le los dan está admitido". Comentarios de este tipo favorecen que la resolución de conflictos no violenta aun esté en pañales. 
Algunas personas seguimos apostando fuerte por la no violencia y confiamos en que esta filosofía cale en la cultura y desplace a la actual.

EL CONFLICTO - 5 La lucha de poder (globos)

Al hablar de conflicto con el alumnado les pongo un ejemplo:  Imaginad que llego a clase y le digo a mi amiga, "mira qué zapatillas más...