17 noviembre 2019

LOS ABRAZOS NO RESUELVEN, PERO ALIVIAN


Me dirigía a la sala de profesores cuando encontré un grupo en la puerta del baño de alumnas, Miriam, una niña de segundo de ESO estaba junto a otro compañero y un profesor.
Ella lloraba desconsolada y los otros dos intentaban calmarla. Me acerqué y comprendí que no era fácil entender lo que quería decir por los hipos y el agobio, entonces decidí hacer lo único que me pareció adecuado, me acerqué y dije en voz alta, "esta pequeña lo que necesita es un abrazo" y al mismo tiempo se lo dí y ella a mi.
Una madre que esperaba a un tutor para hablar, al escucharme y ver el abrazo me sonrío y asintió con la cabeza.
Pedí a los que la acompañaban que nos dejaran solas y lo hicieron. Juan, el alumno que allí estaba es un cielo, mal estudiante, pero con un corazón de oro, sensible, cariñoso, empático, aunque en este momento me miró con una sensación de impotencia, él nunca se abría atrevido a abrazarla, solo la acompañaba (que ya es mucho), pero no supo cómo calmarla. Al cruzar las miradas le sonreí y le guiñé un ojo, era mi forma de darle las gracias. El profesor pensó que yo tenía la situación más controlada y se fue a la sala de profesores.
Cuando me separé de Miriam ya podía hablar y me contó que había suspendido un examen que creía superado y estaba muy triste y preocupada por la reacción de su madre.
Le comenté que eso era normal, pero que debía valorar su aprobado o suspenso en función de lo que había estudiado y los errores cometidos en el examen, así podrá aprender cómo hacerlo mejor la próxima vez, en la recuperación. Que su madre lo entendería.
Me miraba como si quisiera creerme, deseaba hacerlo; pero a esa edad, los padres son muy importantes y nadie deseamos decepcionarlos.
Como padres es difícil encontrar el equilibrio entre la exigencia y la comprensión, debemos seguir intentándolo.

23 junio 2019

PORQUE TÚ LO VALES

Por fin, llega el final de curso para todas y todos, alumnas, profesores, padres, alumnos, personal de limpieza, madres, profesoras, secretarias, conserjes, las chicas de la cafetería.


Estamos cansados, hace calor, no es fácil el final del curso. Mañana entregamos las notas y luego nos quedan varios días de reuniones, memorias, inventarios, organización del departamento. En nuestro caso hay que organizar papeles, colchonetas, esterillas, balones varios, carros de material, indiacas, palas, sticks, ... 

Dentro de un par de meses estaremos otra vez, pero ahora con los nervios de saber qué chicos estarán en mi tutoría, quienes no. Qué tal me llevaré con los nuevos alumnos, si les gustará mi planteamiento de la asignatura, qué voy a hacer con los del PPPSE, hay que reorganizar los apuntes, cambiaré también algunas actividades para trabajar de forma diferente la inteligencia emocional,...

Pero hoy es un día de fiesta, mañana entrego las notas, varias hojas absurdas que la burocracia nos obliga a entregar, las recomendaciones de algunos profesores y una hoja en la que les digo todas las cosas bonitas que sobre ellas y ellos han escrito los compañeros y compañeras. Llevo haciéndolo varios años y siempre les gusta, es un pequeño chute de energía positiva, una dosis de autoestima, un pellizco de autoconfianza, un chorrito de felicidad para que empiecen mejor el verano, los que tienen todo superado y los que no.

Esas mismas hojas las coloco en un cuaderno de espiral (sin los nombres, claro) que se titula "porque tú lo vales". Un apartado es para ellos y otro para ellas. Solo se puede hacer en cuarto de ESO, en segundo, cuando pido tres cosas bonitas del aspecto físico las respuestas son del tipo: "pelo, ojos, sonrisa", "ojos, pelo, sonrisa",... y se saca poco partido, no dicen "me gusta el color del pelo" o "tiene el pelo muy largo" o "sus ojos son muy profundos",... Y cuando les pido tres aspectos de la personalidad: "es muy divertido/a, me río mucho con él/ella", "nos reímos mucho",...

En cuarto te comentan anécdotas, dicen cosas más específicas y es muy bonito y cansado realizar lo, pero me sigue pareciendo que es bueno para mis chicas y chicos y, aunque no me lleve muy bien con ellas y ellos lo sigo haciendo.

EL CONFLICTO - 5 La lucha de poder (globos)

Al hablar de conflicto con el alumnado les pongo un ejemplo:  Imaginad que llego a clase y le digo a mi amiga, "mira qué zapatillas más...