Trabajo bastante el tema de las emociones, les
comento que si no hay emoción no hay conflicto. Me miran un poco escépticos, se
que les choca esa información, estoy hablando con adolescentes a los que todo
les sacude y les provoca una reacción, pero les hago dudar cuando les comento: “no
se, a veces estoy en casa tirada en el sofá y mi hermano me dice que me quite,
que le deje sitio, que también quiere ver la tele, y unos días le mando a la
porra y otros le hago sitio y podemos estar los dos juntos sin problemas, ¿os
ha pasado algo así?”.
-
No, yo siempre
discuto con mi hermano.
-
A mí me pasa
eso con mi hermana.
-
¿y eso qué
tiene que ver con los problemas?
Esa pregunta me gusta, (alguien empieza a pensar), “¿de
qué depende que reacciones de una forma o de otra?”
-
No se.
“¿Seguro
que no lo sabes?, no me lo creo”.
-
Pues no se,
que un día estoy más tranquilo y otro estoy fastidiado.
“Exactamente,
depende de tu estado emocional, o de lo
que es lo mismo, DE TUS EMOCIONES”.
Hoy están poco participativos, creo que ha sucedido
algo y tienen miedo a mostrarse vulnerables así que les leo una historia
inventada por mí sobre un chico que va por primera vez a la discoteca, describo
la situación previa, lo que piensa, cómo se prepara la ropa, cuando se
encuentra con los amigos, la primera impresión de la discoteca, cómo cambia el
ambiente con el paso del rato, cómo conoce a una chica,..., y dejo huecos a lo
largo de la historia, 11 para ser exactos, en los que ellos ponen nombre a las
emociones, es divertido, les engancha. Con la historia no se sienten tan
vulnerables, siempre se repite alguna emoción y eso les ayuda a comprender que
es normal lo que sienten (al menos es frecuente), que no pasa nada porque nombren
las emociones en voz alta.
Hacemos una puesta en común, coloco en la pizarra
los números del 1 al 11, cada uno bajo el anterior; voy leyendo de nuevo la
historia y les pregunto qué han puesto, contestan por orden; comprobamos que
cuando uno se siente alegre otro está nervioso, otro preocupado, feliz,
inquieto, ansioso y así como 6 o 7 emociones diferentes. Uno de los momentos
más divertidos es cuando les digo que elige bien la ropa y el peinado porque
quiere sentirse …, contestan de todo: bien, a gusto, cool, sexi, guapo,
especial, único, cómodo, feliz, espectacular; cuando coloco la última emoción
me vuelvo y les pregunto “¿os parece normal?, ¿se puede sentir así?”, asienten,
confirman y es entonces cuando vuelvo a preguntar. “y ¿todo a la vez?, ¿se
puede sentir todo eso a la vez?”. Unos dudan un poco pero siempre hay alguna
chica que rompe el fuego y dice con toda rotundidad que sí, que es lo normal,
poco a poco se van sumando voces.
Entienden que podemos vivir muchas emociones a la
vez, que además pueden ser contradictorias y que eso es normal, como les digo
en broma: “los animales son sentidotes sucesivos, nosotros no, sentimos todo a
la vez”.
Les paso al final una encuesta con cuatro preguntas
abiertas, del tipo ¿qué te ha gustado más?, ¿qué te ha llamado más la atención?,
y me comentan cosas como:
-
Está bien, así
podemos saber lo que sentimos.
-
No creía que
lo de las emociones y los sentimientos era así.
-
Lo de que
podemos sentir 2 o más emociones distintas a la vez. ¡me ha chocado, guay!
-
Todas las emociones
y sentimientos porque yo no sabia que había tantos.
-
El cuento ha
sido muy ingenioso.
Cuando leo todo esto después de haber dudado
seriamente sobre mi capacidad de comunicación, de haber tenido casi que
empujarles para que participen un poco, para que comenten u opinen algo,
después de asegurarles que no voy a preguntarles nada personal y así rebajar un
poco sus barreras defensivas, me siento muy bien, al menos una parte del
mensaje les ha llegado.
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