07 noviembre 2013

Mi amigo, mi problema

Tengo un alumno de 1º de ESO que viene casi todos los días a verme al aula de convivencia, Cristian. Es un niño nervioso, rubio, siempre llega con un bocadillo a medias entre la boca y la mano, a pesar de ello habla mucho, rápido, se dispersa con facilidad, me cuenta muchas cosas, me pregunta otras, quiere ser mediador, ... Creo que solo necesita sentirse importante para alguien (además de su familia, claro).
Suele hablar de su amigo Mario con quien tiene una extraña relación de amor - odio. ¡Cuántas veces lo mismo!.

Cristian: "Hoy me ha pegado, yo no le hago nada y el me pega".
M.E.: "¿Quién, Mario?".
Cristian: "Si, estábamos en el pasillo y me ha dado".
M.E.: "¿Pero sois amigos o no?".
Cristian: "Si, pero a veces, me pega y nos enfadamos".
M.E.: "¿Tu le devuelves los golpes?".
Cristian: "A veces si y a veces no, pero estoy cansado".
M.E.: "¿Quieres que hable con él?".
Cristian: "No, que se enfadará conmigo".
Hemos llevado conversaciones parecidas varias veces, no me queda claro nada; pero es cierto que algunos niños que no saben relacionarse demasiado bien acaban teniendo amistades complicadas, esas amor - odio que no satisfacen a nadie, pero que hacen que no siempre estés solo.
He recabado información sobre Cristian y su tutor me dice que él también enreda, que también pega, que también inicia los follones; eso me cuadra más, pero no le he dicho nada, espero que quiera que hablemos los tres juntos y solucionemos el tema de otra forma.
Vuelve y me pregunta:
Cristian: "¿qué hay que hacer para ser mediador?".
M.E.: "Este año nada, no voy a tener más".
Cristian: "Pero quiero ser mediador".
M.E.:  "Te buscaré otro trabajo y podrás ayudar también a que todos estemos mejor, ¿te parece bien?".
Cristian: "Vale" y me sonríe ilusionado.
Tengo claro que no sería un buen mediador, despistado e impulsivo no es compatible con mediador, pero ... quizás otras cosas.
Le pregunto por Mario y dice que ahora no tienen problemas, me alegro. También he preguntado por Mario  a la tutora y me dice que se han juntado el hambre y las ganas de comer, pero que cuando se enfadan Cristian sale perdiendo porque es más delgado y bajito que Mario y si éste le empuja, Cristian sale rodando dos metros.
Hoy ha vuelto al aula de convivencia, tenía conmigo una niña que cometió una infracción pero me pidió perdón y junto al tutor acordamos que no le haría parte de incidencias pero, a cambio, se quedaría un recreo castigada. Ha llegado Cristian y me ha dicho que otra vez tenían problemas.
M.E.: "Esto tiene que acabar, cada semana te quejas, tenéis uno o dos días buenos y otro malo, no puedes seguir así". Hoy está menos activo, cabizbajo, casi triste. "¿Te parece que hable con él y nos juntemos a hablar los tres?".
Crisitan: "Si, vale".
Me he alegrado tanto que ha aparecido una gran sonrisa en mi cara, él me ha mirado y se ha contagiado, también ha sonreído.
M.E.: "Le busco mañana y le digo que venga el lunes. Nos juntamos los tres y hablamos un rato, ¿vale?".
Cristian ha asentido y se ha ido con su bocadillo y una expresión menos preocupada que al principio. Espero que Mario nos lo ponga fácil y este rosario de visitas cambie un poco de contenidos. 

1 comentario:

  1. ¡Me encantan tus historias del insti! Con ese punto tierno con que nos las cuentas. ¡Aunque sean tan conocidas, siempre tienen otro aire cuando las leo, un aire de esperanza.
    Besicos Marivi

    ResponderEliminar

EL CONFLICTO - 5 La lucha de poder (globos)

Al hablar de conflicto con el alumnado les pongo un ejemplo:  Imaginad que llego a clase y le digo a mi amiga, "mira qué zapatillas más...