19 junio 2013

Eso es una cabezonada

Me asalta por el pasillo una alumna de 3º con la que el curso pasado y el primer trimestre de este compartí muchos recreos en el aula de convivencia. Venía acompañada de otras dos loquillas que me contaban confidencias, dudas, momentos divertidos, anécdotas del finde o de las fiestas, un poco de todo.
Hoy me dice que necesita hablar conmigo, que lleva todo el curso con un problema y que ya no puede más. Quedamos para el segundo recreo. Acudo al aula de convivencia y llega acompañada por sus dos inseparables. Colocan las sillas, se sientan y Ainara inspira con cierto aire de seriedad y empieza.
Ainara: "Pues es que he roto con el Chato, (su novio)".
M. E.: "¿Otra vez?, ya has roto dos veces este año".
Sus amigas se mueren de la risa sin reparo, ella también se ríe.
Ana: "Dos veces, por lo menos cinco".
Ainara: "Bueno, si, he roto varias veces, pero es que siempre hemos vuelto". Se gira hacia sus amigas y les increpa para que se callen. "Es que eso no es todo, hay mucho más".
La animo a que continúe y a sus amigas a que dejen que lo haga.
Ainara: "Es que me ha engañado con otra, (hay más rabia que dolor en esa forma de contarlo), y además me ha mentido".
Sus amigas vuelven a reirse, tampoco es la primera vez que tiene un desliz; debo aclarar que el novio tiene 19 años y vive en la Comunidad Valenciana, y Ainara vive en Cabañas y tiene 15. A pesar de todo llevan tres años de amores y desamores virtuales, porque en directo han estado juntos menos de 6 meses.
M. E.: "Y está claro que te duele mas la mentira que el engaño".
Ainara: "Pues si, mucho más, es que lo hizo en mi casa".
Ante mi cara de asombro me hace un gesto de "espera que ahora lo entenderás" y sigue.
Ainara: "Es que en vacaciones vino a mi casa y mientras yo me duchaba el estaba en el tuenti escribiéndole a la otra, y encima va y me lo niega. Me enfadé mucho y le pedí las claves para ver si era cierto o no y cuando me las dió y lo comprobé le dije que lo dejábamos".
M. E.: "Me alegro mucho".
Sus amigas se ríen y comparten mi comentario.
Ainara: "Pero espera, que eso no es todo...".
Me comenta varios detalles de sus peleas, de sus amores y desamores, de la distancia, de líos que él ha tenido con otras, de líos que ella ha tenido con otros, de cómo se ha enterado, de cómo se han reconciliado, en fin, muchos detalles ... Sus amigas le instan a que termine y llegue al final; yo me asusto, ¿qué me tiene que contar?, ¿cómo rematará esta historia?.
Ainara: "¿Te acuerdas que el año pasado fuimos al Parque de Atracciones y me gustó un chico?".
¡Ay!, que ya sé por dónde va.
M. E.: "Claro que me acuerdo, y ... hubo algo. Y la semana pasada volvistéis al Parque de Atracciones". La miro con intención de sonsacarle si volvieron a las andadas. Las amigas se ríen y Carmen confirma mis sospechas.
Ainara: "No, pero el me saludó y hablamos, pero me dice que no quiere nada conmigo, que soy muy joven".
Eso no lo recordaba así que le pregunto la edad del feriante y dice que 23.
Ainara: "No, bueno, si. Bueno, que me gusta mucho y le dí mi teléfono y no me llama".
M. E.: "A ver Ainara, llevas 3 años con el Chato, habéis compartido muchas cosas y es normal que te duelas de su pérdida, además habéis roto y vuelto varias veces (sus amigas hacen gestos y no puedo evitar reírme), vale, muchas veces, pero habéis vuelto y eso te hacía pensar que no romperíais, pero lo habéis hecho. Ahora lo que no debes hacer es tirarte a los brazos del primero que te dice hola".
Ainara: "Es que no es eso".
M. E.: "Claro que sí, ¿sientes por el feriante lo mismo que por el Chato?".
Ainara: "No".
M. E.: "¿Le conoces para saber si puedes llegar a tener algo bonito con él?".
Ainara: "No".
M. E.: "¿Tiene novia?".
Ainara: "Me ha dicho que no".
M. E.: "Te ha dicho, pero no estás segura. Además tiene 23 años. ¿Te das cuenta de que con esa diferencia de edad le puedes poner en problemas?".
Ainara mira sus manos, escucha "ya te lo dije" de boca de sus amigas.
M. E.: "Esto es solo una cabezonada"
Ainara: "Pues será eso, pero quiero salir con él".
M. E.: "¿Y que tenga problemas?".
Ainara: "Pues que me llame".
M. E.: "¿Para qué?, si no quiere salir contigo porque eres muy pequeña para él".
Ainara: "Pero yo quiero salir con el".
M. E.: "No seas cabezona, busca otro de tu edad".
Suena el timbre, Ainara se levanta y se dirige a la puerta, la abre y antes de salir se gira hacia mí y añade
Ainara: "Pues será una cabezonada, pero quiero salir con él".
Sus amigas se ríen, me miran, me hacen comentarios divertidos y la acompañan. Solo puedo pensar en lo difícil que es ser adolescente, tener una relación de pareja  y aceptar que tienen un principio y un final. Nos cuesta a los adultos...

1 comentario:

  1. Conozco el caso y la chica en cuestión. Quería decir que yo creo que más de cabezonada es falta de saber cuando rendirse. Conozco a la chica desde hace un tiempo y puedo decir que SIEMPRE consigue lo que quiere lo que hace que no sepa aceptar saber que no puede tener algo. Además de ser una chica no muy sociable por lo que pilla cariño a las personas enseguida llegando a enamorarse de ellas. Conozco también la situación actual y es que le ha faltado tiempo para sustituir esa cabezonada por otra ya que va de berenjenal en berenjenal.

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