11 septiembre 2012

Casi empezamos

¡Qué poco falta!, ya tengo ganas, estos días son extraños, veo a los alumnos, a los que he tenido, a los que voy a tener en mis clases; hablo con ellos y les pregunto por las vacaciones, me miran con nostalgia, es evidente que no tienen muchas ganas de volver a clase. Me divierte que comenten mi corte de pelo, dicen que estoy más guapa, que me queda bien el nuevo color; están acostumbrados a verme cambiar de imagen y siempre comparten sus opiniones, me gusta.
Voy conociendo a los nuevos compañeros, algunos repiten, la mayoría no, me ofrezco de guía, al fin y al cabo soy "socia fundadora" y les puedo contar anécdotas mientras recorremos pasillos, aulas, pistas, talleres. Es un centro muy bonito con grandes zonas verdes y resulta atractivo pasear por él, bueno, en invierno cuando toca guardia de patio y sopla cierzo no pensamos lo mismo, pero ahora sí, está tranquilo y parece más grande sin chicos.
Sigo preparando los apuntes nuevos con Pilar, estamos empeñadas en cambiarlos y mejorarlos cada año y eso requiere tiempo, como ahora lo tenemos le vamos a dar un empujón y así el próximo curso será más fácil explicar la teoría.
El jueves nos dan los horarios, a ver si tengo suerte y puedo hacer rueda con las compañeras que viven cerca de casa, es un palo tener que coger el coche a diario con el precio que lleva la gasolina. Lo mejor de participar en una rueda son los viajes de vuelta, los comentarios, las anécdotas. A veces empezamos el viaje contando algo terrible, preguntamos ¿qué hubieras hecho en mi lugar?, ¿cómo puedo evitarlo la próxima vez?, nos desahogamos, hacemos bromas y cuando llegamos a Zaragoza se nos ha olvidado y estamos hablando del pesado "comeculos" que llevamos detrás o de lo bien que lo vamos a pasar por la tarde pues tenemos una cita con las amigas. Es como una terapia gratuita, viene bien hacer rueda. También es una gran oportunidad de conocer lo que ha pasado en la sala de profesores o en tal aula cuando estaba dando clase en el patio, nos ponemos al corriente de todo.
El viernes empiezan las presentaciones, el lunes veré quienes pertenecen a mi tutoría, 4º B, los conozco de 2º y me encanta ver cómo han cambiado, la mayoría de los chicos son más altos que yo, (lo que no es difícil), ellas tienen novio, se maquillan y arreglan para ir a clase; me apetece mucho ver su evolución, los veranos provocan cambios inesperados, he visto un alumno que ha crecido más de 10 centímetros y solo está en 3º, ¿cómo estará cuando lo vuelva a llevar en cuarto?.
Bueno, todo esto se resolverá en el próximo capítulo, ya tendré horario, grupos, tutoría y podré contarlo con  mayor conocimiento.
También me apetece volver a ver a Rosa, lleva la cafetería. Cuando organiza concursos me apunto como jurado para opinar, son tan divertidos, los de piropos han bajado un poco el nivel, se limitan a copiarlos de internet, eran mejores cuando los pensaban ellos. Cuando me tomo el cortado me cuenta unas anécdotas de lo más originales, a ella le quiero dedicar una hoja entera, pero espero un poco, que añada alguna nueva es mejor.

1 comentario:

  1. Querida profe: yo también tengo ganas de empezar, es cierto que luego esperaremos con ilusión esos días de vacaciones del Pilar, de Navidad etc. pero ahora tengo esa sensación agridulce del fin de vacaciones y la alegría de los reencuentros.....
    Un beso desde "el departamento de cafetería", por cierto, este año prepararemos las bolsas de guisantes para los primeros auxilios.

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