22 marzo 2012

Javier quiere un 5

Estoy en la cafetería del insti y veo en una mesa a dos alumnos de Bachillerato; con uno de ellos, Javier, he tenido siempre buena relación, porque una voz en mi interior me dice que cuando aprenda a manejar su impulsividad será mucho mejor de lo que ya es y, sobre todo, vivirá más feliz.

Me acerqué a la mesa, observé que tenía el libro de psicología abierto por una página que hablaba de inteligencia emocional, y le pregunté por el inglés (sé que anda flojillo en ese tema).
J. - “¿Te lo puedes creer? Me ha suspendido con un 4,82… Es que ese profesor me tiene manía, me ha rebajado en una pregunta para que yo no llegue al 5”,  hablaba deprisa, gesticulaba, hasta le cambiaba la voz cuando me lo contaba.
M. E. - “¿Y tú qué hiciste?” – como si no supiera yo que se había lanzado contra el profesor haciéndole responsable del suspenso.
J. - “Decirle que por qué me suspendía, que había hecho todos los ejercicios. Te lo aseguro, Mª Eugenia, he trabajado más que nunca, que la evaluación pasada es verdad que no hice nada, pero esta me la he currado y va el tío este y me suspende, que no es justo, de verdad que me ha suspendido porque ha querido”.
De nuevo dejé que soltara su rabia porque le conozco muy bien y solo cuando se calma se puede hablar y razonar con él (con Javier y con cualquiera).
M. E. - “¿Y se lo dijiste así?”
Me miró algo sorprendido y contestó: “Parecido…”
M. E. - “¿Y qué te dijo?”
J. - “No me hizo ni caso – de nuevo manifestaba su enfado -, de verdad, ni caso”,
M. E. - “¿Y te extraña?” le pregunté con suavidad.
Ahí lo sorprendí, ya estaba preparado para escucharme; sonreí muy poquito mientras dirigí mi mirada a su libro abierto y le comenté: “¿Para qué estudias psicología si no sabes aplicarla?”
J. - “Que no Mª Eugenia, que no, que con ese profesor no se puede hablar.”  
M. E. - “¿Jugamos un poquito? – sabía que aceptaría, no estaba arriesgando nada –
Imagina que tú eres el profesor y yo soy Javier, ¿vale? Si me acerco a ti y te digo que por qué me has suspendido, ¿sientes que te pregunto o que te tienes que justificar?”
Javier me dedicó una de sus preciosas sonrisas y dijo: “Lo segundo.”
Los dos sonreímos, quiso empezar a justificarse y no le dejé, seguimos jugando.
M.E. - “Si yo me acerco al profesor y le digo: vaya, qué poco me falta para aprobar, esta evaluación me he esforzado bastante, has visto que he entregado todas las redacciones y tengo todos los ejercicios hechos y corregidos. ¿Qué pensarías ahora como profesor?”
J. - “Es que yo no sé hacer eso.”
M.E. - “Contesta a mi pregunta, por favor.”
J. – “Que sí, que tienes razón que suena muy diferente.”
Le agradecí que me hubiera escuchado, le pedí que volviera a pensar en lo que habíamos hablado y que luego hiciera lo que quisiera.
A los pocos días, cuando entraba a por otro café, escuché que alguien me gritaba desde una mesa: “¡Tengo un 5 en inglés!” Me volví y Javier continuaba: “Y es gracias a ti.”  Puse cara de sorpresa y alegría, me acerqué a la mesa y le pedí: “Cuéntamelo.”
J. – “Hice lo que me dijiste.”
M. E. – “¿Cómo exactamente? Cuéntamelo.”
J. – “Me acerqué y le pregunté si podía hacer alguna redacción, traducción o lo que fuera, que me había esforzado mucho y quería ver el fruto de mi esfuerzo. El de inglés miró las notas de su cuaderno y me dijo que no había tiempo para otro trabajo pero que lo tendría en cuenta, y ayer nos dio las notas y tengo un 5.”
“¡Bieeen! – exclamé - ¡Cuánto me alegro! ¿Has aprendido para la próxima?”
Y con su mejor sonrisa contestó: “Te aseguro que sí.”

3 comentarios:

  1. Bravo María Eugenia¡¡

    Me encanta la idea y los contenidos que compartes además de la labor que desempeñas con tus alumnos

    Enhorabuena por todo¡¡

    Bss

    ResponderEliminar
  2. Da gusto que haya profesores a los que de verdad les interesa su profesión y que son los que realmente enseñan algo en los colegios,institutos... Enhorabuena, tus alumnos son muy afortunados.

    ResponderEliminar
  3. Si es que los profes son todos unos h..s de puta.
    Menos tu, claro. Que eres la mejor... Superwoman...

    ResponderEliminar

EL CONFLICTO - 5 La lucha de poder (globos)

Al hablar de conflicto con el alumnado les pongo un ejemplo:  Imaginad que llego a clase y le digo a mi amiga, "mira qué zapatillas más...